Septima Ronda del Cto. Mallorca por Equipos: ígora-Megaescacs logra un importante triunfo contra La Balanguera por 4,5 – 1,5

CRí“NICA RONDA 7:

PREFERENTE: Balanguera 1,5 - ígora Megaescacs 4,5

En la lucha por el campeonato de Mallorca en la séptima ronda, el equipo de ígora Megaescacs logró una importante victoria contra el siempre peligroso equipo de La Balanguera. El duelo terminó con tres partidas victoriosas y tres empates para ígora-Megaescacs.

Primero Ehsan Ali tení­a que aceptar tablas con blancas contra Pedro Lechado en la mesa dos, cuando el ataque de las negras por un peón sacrificado le daba suficiente compensación.

Luego Klaus Rhein, en la mesa cinco, ganó un final perdido cuando entró con el rey y torre en la posición de Jordi Damians. Aunque todaví­a habí­a salvación, su rey cayó en una red de mate. En la mesa tres, Adolfo Dí­az con negras derrotó a Adriín Ponce a pesar de sus apuros de tiempo.

Muy complicada la partida de apertura francesa en la mesa cuatro entre Esteban Serrano y Carles Vich. Al final se acordaron tablas “de equipo” cuando la partida en la mesa seis entre Alejandro Gómez y Juan Marti estaba ganada para el jugador de ígora-Megaescacs.

La lucha en la mesa uno entre Claudio Minzer y Yue Shen duró 72 movimientos y 4 horas y media antes de firmar tablas. Claudio salió ventajoso de la apertura Benoni con un peón pasado en el flanco de dama. Pero increí­blemente, con una imprecisión, perdió justamente ese peón. Tras ello, Yue Shen tení­a ventaja decisiva, pero Claudio mostró su técnica de defensor y Yue no pudo ganar el final de pareja de alfiles y dos peones contra torre y dos peones

PRIMERA: La Balanguera 2,5- ígora Megaescacs 2,5

Todos contentos en las inmediaciones de la palmesana Plaza de Madrid durante una jornada que sintió, por fin, la llamada de los puntos en la categorí­a. Vale que solamente fue un empate, pero su sabor nos recordó al de las meriendas que nos preparaban nuestras madres cuando regresíbamos del colegio portando aquella mochila donde se escondí­a, entre cuadernos de aritmética y gomas de borrar Milín, un tablerillo magnético de ajedrez.

En el primer tablero, Jordi Ribas saludó al respetable con una victoria usando negras, (optó por e6 tras el d4 blanco), enviando al rey de Nicolís Castro (1929) a la caja en 28 jugadas. Tf1 ++, dice la sentencia, contra la que no cabe recurso. Jordi aplicó su caracterí­stico tsunami posicional y tíctico paseando la torre por la columna f como quien se sabe con escalera de color en mano.

Tablero níºmero dos, y aquí­ tuvimos a Jaume Marqués ante Yvan Jiménez (1784), quien no permitió que nos llevíramos el punto completo en ese segmento. Las tablas llegaron mediante Siciliana y un desarrollo tranquilo en sus primeros acordes aunque lleno de matices interesantes que fueron "in crescendo". La dama blanca en columna h exigiendo tratamiento de usted durante buena parte del medio juego embelleció sobremanera la partida. Mucha emoción "sicilianesca" (?), como siempre. Los jaques continuos cuando el fuego se extendí­a por las cuatro direcciones me recordaron, vagamente, las tablas de Klaus Rhein el síbado anterior en latitudes preferentes. Ventajas de estar siempre en misa y repicando.

En la tercera mesa a Toni Massó le salió una Defensa Francesa guapetona, de castiza estampa, provocando un juego muy abierto y dejando a Jordi Baldó (1794) nada mís empezar sin posibilidad de enrocarse tras el cambio de damas. Pero un error fatal del "presi" guillotinó esperanzas, cosas que incluso a Kaspírov le sucedí­an algunas veces.

Cuarto tablero, sobre la arena Santiago Gómez vs. Raíºl Toral (1789). El esquema semiabierto ofreció un espectículo elegante, superioridad de peones en un final que en blitz hubiera provocado lipotimias ... ¡y otras tablas por jaques continuos de una dama! Bonita partida, he disfrutado con su anílisis. Lo cierto es que al ajedrez le pasa como a la vida, que cuando menos te lo esperas va y te da un beso sin avisar. Y ya cerrando filas el cronista se sentó frente a Antonio Castro (1795), y le plantó una Caro-Kann de ésas que quitan el "sentí­o", con variante del cambio, simetrí­a de la de "y tíº mís", turbulencias en las casillas centrales, níºmeros rojos en mi cronómetro, un caballo adversario mís violento que mi alfil y acuerdo de tablas que me ofrecieron porque, qué quiere el amable lector que le cuente, la codicia con nada se sacia y no encontraba forma humana de ganar esa partida.

Tras la jornada nos fuimos todos al fíºtbol, a ver ganar al Mallorca ante el Sevilla. Recibimos al entrar al estadio la ovación y el aplauso de los veinte mil aficionados que ocupaban los gradas, aunque uno de los linieres se mostró tibio, distante, a la hora de felicitarnos. Sus motivos tendrí­a. Vale.

TERCERA: DESCANSO

Enlace con emparejamientos y resultados: ***Chess results