Claudio Minzer cumple los pronósticos y vence en el torneo de navidad

Con motivo de los diez añitos cumplidos por club íGORA MEGAESCACS y de las fiestas navideñas, se ha celebrado a lo largo del Dí­a de los Inocentes (no hubo bromas) un torneo de ajedrez a siete rondas, partidas semirrípidas y con la participación de casi una treintena de ajedrecistas procedentes de diversos clubes. El evento se ha desarrollado en las instalaciones del polideportivo “Open Marratxí­â€, organizado por nuestra entidad y la muy encomiable colaboración de la Associació d’escaquistes de Balears, con Joan Ramón Galiana al frente. Ha reinado un ambiente de camaraderí­a y calidez a pesar de las bajas temperaturas propias de estas fechas.

Por la mañana, durante las tres primeras rondas, se vieron partidas de vertiginoso ritmo aunque hubo ocasión de comprobar que en mís de un tablero no faltaron los detalles tícticos y estratégicos, muy comentados en los “entreactos” que separaban los asaltos. En el campeonato nos jugíbamos no solamente la honra y los trofeos sino también una serie de regalos que amablemente nos donaron los patrocinadores, repartidos a través del escrupuloso azar, sin trampa ni cartón, por entre los ganadores de las diferentes categorí­as: Pulseras Viceroy, una muy deseada tableta electrónica (llamada modernamente tablet), pases para asistir a Katmandíº Park, libros de ajedrez que sirven no de adorno en las estanterí­as de casa sino para ser estudiados concienzudamente, un strikker street soccer (que el cronista no llegó a descubrir qué es, aunque a buen seguro se trata de un objeto interesantí­simo)…

En el descanso para la comida pudimos degustar una sabrosa paella servida en el mismo recinto, plato tan español como la siesta y el futbolí­n, o como la charanga y la pandereta, que dirí­a Machado. No seguimos algunos durante el receso el consejo de Don Quijote, quien a su fiel Sancho, y antes de que se convirtiera este íºltimo en gobernador de la í­nsula Barataria, le dijo aquella famosa sentencia de “come poco y cena mís poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago”. Cenar no sé, pero lo del mediodí­a no resultó frugal, seamos honestos y admitímoslo.

Por la tarde las íºltimas rondas, sin bajar la guardia, buscando los puntos y presenciando espectaculares partidas, como la de Klaus Rhein contra Galiana.

Finalmente, el primer trofeo de la Clasificación Absoluta se lo ha llevado nuestro jugador Claudio Minzer (y también la tablet), ocupando la segunda posición Adriín Ponce, y recibiendo el “bronce” el bueno de Klaus, otro “megaescaquer”, siempre brillante en su estilo de juego.

En Primera categorí­a obtuvo el puesto mís alto José Joaquí­n Sínchez, en Segunda Guillem Mut y en Tercera un tal Javier Asensio, que no sé quién es.

Pero hubo mís, la jornada estuvo muy acompañada por un buen níºmero de jóvenes jugadores, algunos de una edad asombrosa, demostrando el mucho futuro que tienen las 64 casillas en Mallorca. La mejor juvenil resultó ser Sara Ferníndez. Obtuvo la primera posición en categorí­a escolar Asensio Alcaraz, una de las grandes promesas de íGORA MEGAESCACS. El mejor jugador de nuestro club (de los que no obtuvieron premio en otras categorí­as) fue Juan Gaitín, con 4 puntos en un excelente torneo, venciendo al cronista en la primera ronda durante una partida no apta para mentes que buscan la paz interior. Jaume Marques consiguió la mejor posición como Local. Todos recibimos trofeo y regalos.

Y no quisiera dar por finalizada la presente crónica sin hacer mención al homenaje que se rindió a Antonio Massó, quien a lo largo de esta década a cargo de la presidencia del club se ha dejado mucho de sí­ mismo en un proyecto que pretende, sobre todo, acercar el ajedrez a todo el que desee amarlo. Gracias a su trabajo (y al de muchas otras personas) el municipio de Calvií , de gran tradición deportiva, se ha convertido en una de las referencias ajedrecí­sticas a nivel insular. Hubo y habrí épocas para sufrir, para emocionarse, para luchar, para tumbar monarcas propios y ajenos y para alzar trofeos, y siempre, desde íGORA MEGAESCACS, buscaremos la fórmula para disfrutar entre amigos de una pasión inabarcable, la del ajedrez.

¡ Diez años ya! Concluye el cronista esta redacción meditando sobre el paso del tiempo, mientras escucha el sonido de la lluvia helada, casi aguanieve, golpeando las ventanas de su hogar, como en las novelas de Tolstói.

Vale.